viernes, 20 de junio de 2008

La pareja de los avatares

Felipe es un hombre de 31 años que lleva uno pensando que es hora de sentar cabeza. Hace tiempo que se sorprende de sí mismo, porque pierde más tiempo mirando los catálogos de Ikea que las revista Motor 2 tiempos. Es un hombre en tiempos de cambio interior, es decir, en crisis.

Una noche está sentado en el local donde siempre mágicamente encuentra la aventura. El local nunca le ha fallado y la aventura se llama Montse. Por un momento Felipe tiene la impresión de que Montse tiene los mismos gustos en interiores que él, lo cual le atrae y le inquieta a la vez. ¿Será el fin de una etapa para Felipe?

Casualmente, Montse está en la misma situación que él. Los avatares del destino hacen que, debido a una mezcla compleja de atracciones y miedos, decidan por mutuo acuerdo que la relación no es nada serio y, en todo caso, que el tiempo dirá lo contrario.

Al cabo de tres meses de encuentros ocasionales, con algunas pausas, nuestro protagonista masculino llega a la conclusión, definitivamente, que su relación con Montse tiene que acabar compartiendo la lista de la compra del supermercado. Sin embargo, durante este tiempo ha tenido un pequeño lío (lo de pequeño en estos temas siempre depende de quién lo cuenta) con una mujer llamada Luisa, que espera que Montse desconozca.

Por su parte, Montse lo sabe y, a su vez, ha tenido un pequeño lío con un tal Benavides (¡Que me olvides!) y, por estas cosas de los amigos comunes, al final Felipe sabe lo que ha hecho Montse y además sabe que ella sabe lo suyo, y sabe que sabe que sabe... y así hasta el infinito.

Llegó el día del encuentro. Han estado dos semanas sin verse, pero ambos necesitaba hablar. Felipe está furioso, por un motivo obvio: “¿Cómo ha podido liarse con este Benavides y decirme, a la vez, que quiere vivir conmigo?”. Por otra parte, tiene pequeñas remordimientos a la hora de ir a la cita, ya que no debió él liarse con Luisa. “Sin embargo, cualquiera vería que no fue nada serio” piensa Felipe.

Con los datos objetivos en la mano, y dada la naturaleza diferente de las dos relaciones (es decir, circunstancias y detalles que las haces distintas) Felipe cree que él ha sido mucho más agraviado que Montse y que, analizado todo lo sucedido, ella va a convenir que, en todo caso, es él quién perdona la deslealtad más grave.

1. Señale el desarrollo del encuentro cuando Felipe realice el plan que ha elaborado para esta cita.

No hay comentarios: